domingo, 29 de julio de 2012

Jules Verne (***)


(1965-1971)

Probablemente es el autor que más leí y más me gustaba en mi adolescencia. A los ocho o nueve años leí Cinco semanas en globo en una edición de Bruguera en la que cada dos hojas había una página dibujada, de forma que el texto se aclaraba o ampliaba con las imágenes y no se hacía un libro farragoso para esa edad. Recuerdo que a mí no me gustaba avanzar las páginas y ver las viñetas, sino que me obligaba a leer hasta la página anterior y luego ver los dibujos.

En Perú, con once o doce años, no tenía una semanada fija, pero mi padrastro me daba algún dinero cuando cobraba y, más adelante, yo se lo prestaba con interés. Tanto es así, que en más de una ocasión el dinero que yo le dejaba le sirvió para pagar los sueldos de los peones que tenía contratados. Esto y algunos otros trapicheos que ya explicaré en otro apartado, me permitieron tener lo que a mí más me gustaba: libros.

Cuando iba a comprar al supermarket en Lima pasaba mucho rato viendo los libros que había en un expositor circular al fondo de la tienda, y calculando cuál era el que me ofrecía más por menos dinero. Ahora no puedo asegurar si fue Robinson Crusoe el que obtuvo mejor ratio o fue Veinte mil leguas de viaje submarino. Pero fue uno de los libros más gordos que me compré y que leí hasta El conde de Montecristo. Aún me acuerdo de la sorpresa que me llevé cuando el capitán Nemo explica de qué está hecho el Nautilus, ¡y también de las innumerables especies de peces que enumera una tras otra!

Además de estos libros, leí en versiones más o menos reducidas: Robur el conquistador, La estrella del Sur, Miguel Strogoff, El faro del fin del mundo, Los hijos del capitán Grant y De la Tierra a la Luna. Este último libro me lo regalaron mis hermanastros en mi décimo cuarto aniversario: iba envuelto en una bolsa de plástico y ésta, a su vez, dentro de una bolsa llena de basura. El libro, que viajó de vuelta a España, nunca perdió al aroma que adquirió en tan curioso envoltorio.

Acabo de leer Viaje al centro de la Tierra y me lo he pasado bien, pero es mucho mejor leer a Verne en años más tiernos de los que ahora tengo.

http://autobiografialectora.blogspot.com.es/2012/08/julio-verne-viaje-al-centro-de-la-tierra.html


eBook: este último libro y 20.000 leguas de viaje submarino.


(Las siguientes imágenes son las de los libros que yo leí hace más de cuarenta años, por lo que no deja de sorprenderme poder encontrarlas en internet).














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